"Mi distracción preferida es pasear y pasear, dando vueltas por pequeños pueblos y montañas, por antiguas ciudades centroeuropeas de aspecto medieval, por paisajes repletos de naturaleza, y continuar caminando, contemplando la hierba, los árboles, las flores, pequeñas granjas, gastadas plazas de ciudades históricas, altivas iglesias, habitantes de diminutos pueblos, perspectivas de luz, los aspectos cambiantes del cielo, y los cientos de sonidos naturales; estas cosas me proporcionan un placer mayor que a la gente corriente.
En definitiva, todos los objetos naturales poseen para mí algún encanto; todo cuanto veo y siento me complace."