Another Lost Generation?

El martes pasado nos visitó un primo de mi mujer y salimos a cenar algo en un VIPS. La conversación con este muchacho, de no más de treinta años, siempre me sorprende gratamente. Envidio su formación, pero ante todo su educación y visión de mundo. El tipo en cuestión ha disfrutado de una buena base adquirida en destinos fuera de las limitaciones que nuestro propio país nos impone. Es sin duda un joven global, con contactos en Europa, América, conocedor de al menos cinco idiomas (español, euskara, francés, inglés y alemán).

Este señor en cuestión, trabajó para la consultora Accenture hace más de dos años, y estaba claro que su inteligencia no le iba a permitir acomodarse en tamaño despropósito de empresa durante mucho tiempo. Actualmente colabora con una empresa propia de energías renovables y mantiene fundaciones con América Latina. Saca tiempo de donde parece no haberlo sin despeinarse.

Mi experiencia, lejos de ser similar, se vio complementada fruto de la burbuja tecnológica, con numerosos viajes al extranjero, hecho que me permitió conocer otras culturas y salir de mi estanca España. Envidio (sanamente) la posición de este muchacho, y ojala pueda aportar a mi pequeño una educación paralela a la de este señor. ¡Qué gusto conversar con gente así, lejos del botellón y el pensamiento único… o mejor aún, lejos de las largas garras del INEM que en este santo país todo lo abarca!

Cada vez estoy más convencido de la necesidad de salir de aquí, o en su defecto, de sacar de aquí a los que nos continúan. Sin lugar a dudas, una generación ya está perdida, así que evitemos la pérdida de la siguiente.