Ando estos días bastante ocupado con proyectos profesionales recién iniciados que me exigen una dedicación más exhaustiva de la que yo mismo deseo, y llevo días queriendo exponer unas líneas sobre el tedio, "acontecimiento" que siempre me ha preocupado. Expongo aquí, esperando sean de vuestro interés, algunas reflexiones (no en voz alta por razones obvias, pero sí en negro sobre blanco o en blanco sobre negro dado el diseño del Blog):
Esa sensación a la que llamo tedio, suele tomar forma siempre que me es imposible hacer lo que quiero, en todo momento que dejo de lado mis motivaciones. Pero, ¿qué sucede cuando simple y llanamente no se lo que realmente quiero hacer? Es ahí cuando me pierdo en un inmenso desierto de tedio y apatía... la inmensidad del vacío, pues no dispongo en ese momento de una palanca para accionar mi voluntad.
Según leo, considero e investigo, antes del Romanticismo el tedio estaba "reservado" exclusivamente a las clases pudientes, principalmente la nobleza y el clero, estamentos que disponían de exceso de bienes materiales, requisito indispensable a mi juicio para experimentar el tedio. Hoy en día, dada la ingente oferta a nuestra disposición, el tedio creo poder afirmar está distribuido de manera equitativa en todo el mundo occidental, quizá apuntando a las carencias de la sociedad y la cultura como portadores de sentido.
Tengo, lo reconozco, una habilidad especial para desembarazarme del tiempo, y sin duda alguna, como posible persona hiperactiva, poseo un umbral más bajo de soporte del tedio que cualquier otra. Es muy posible que el tedio apareciera cuando el hombre dejó de verse como parte integrante de una comunidad, para descubrir su individualismo, lanzarse a la búsqueda y exigencia de experiencias, hasta alcanzar el punto actual en el que exigimos satisfacción en cualquier actividad trivial que realicemos... pero, ¿debería ser de otra manera? ¿poseo una característica egocéntrica exacerbada de la que debo deshacerme inmediatamente?
Creo que puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que la inmensa mayoría de la humanidad es tremendamente parecida a mí, unida por la común indiferencia hacia sus trabajos, indiferencia que ha pasado a ser pasión, quizá la única de nuestro tiempo.
Relacionado con mi gusto por la Naturaleza, identifico al tedio como algo relacionado con el desarrollo cultural. Los hombres que conviven en entornos naturales, por las breves experiencias de libertad que vivo, se situan entre las necesidades y la satisfacción de las mismas, y el hombre "cultivado", se dirige hacia el tedio en virtud de su búsqueda de placeres nuevos, pues es tan vacua su experiencia vital.
Cualquier tiempo vacío siempre me ha producido enfado, algunas veces enorme y una auténtica sensación de desolación. Cuando miro hacia atrás en mi vida, considero que lo único que he hecho en etapas anteriores (gracias a Dios superadas en su mayor proporción) ha sido desperdiciar el tiempo, y esa visión del pasado es incapaz de responderme sobre cómo ha podido pasar mi tiempo tan fugazmente sin haber hecho nada... y siempre me acompaña ese miedo eterno a que la muerte es tanto más terrible cuanto menos se ha vivido, y yo, creo haber perdido en el pasado gran parte de mi tiempo, sentimiento que me produce unas enormes ganas de huir y experimentar.
Un abrazo. Antonio (Zaloette)
3 comments:
Gracias por tu visita y comentario!! Se agradece!! El tiempo, se va...pero podemos tomarnos el tiempo?? Nos enseñan las palabras estrés, rápido, cada vez más, depresión, podríamos reflexionar y pensar en lo valioso que es el tiempo y que por lo tanto hay que disfrutarlo, sin estrés, sin correr como lo hacemos todos en la carretera, el metro, etc. Mirar la sonrisa de los niños y enseñarles que no hay que ir siempre sin pensar a cualquier parte, piensa y sea diría yo a los niños, piensa que a lo mejor no es con el armario lleno de cosas que estamos más felices....volveré. Un abrazo,
Gracias Serge por tu genial trabajo diario que sinceramente me encanta. A pesar de ser unos días de abrumador trabajo, estaré admirando tu fotografía.
Un saludo. Antonio (Zaloette)
En tu entrada me he podido sumergir y ver que ese tedio me invade de vez en cuando. Pero como el perro debemos sacudirnos para seguir andando y terminando proyectos empezados ¿no?
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