La situación económica de este continente europeo
continúa manteniendo un aspecto deplorable, ni da señales de pulso ni se le
puede tomar. Ni la lentitud de Europa en detener la crisis ni las medidas de
austeridad que día a día se van añadiendo a la ya exhausta sociedad ayudan a
solucionar este enredo.
Cuando comenzó esta depresión, parecía una buena
oportunidad para re-definir el modelo productivo si no mundial, sí europeo.
A fecha de hoy, ya nadie habla de un nuevo diseño económico, nadie
plantea alternativas y no hay revoluciones (bien entendidas) a la vista que
permitan atisbar una brizna de esperanza.
A fecha de hoy los esfuerzos de
la sociedad parecen callados, sometidos, se ha impuesto la ley del miedo y nadie
abre la boca. Las noticias económicas no podrían ser más tenebrosas, con
despidos por doquier en nombre de la mejora de la productividad, una mejora
incierta y a mi juicio falsa por inalcanzable vía recortes de ingresos que sólo
van a traducirse en nuevas penalizaciones al consumo.
Creo no equivocarme
si opino que no es el camino, que no vamos a activar de nuevo el mercado de la
vivienda, que no vamos a crear empleo, que no vamos a distribuir de mejor manera
el producto generado, que por otra parte es cada vez menor, y que vamos a
continuar viendo caídas del empleo espectaculares, nueva reducción del consumo
(la piedra de toque será sin duda el análisis de gasto que cada ciudadano
hagamos estas Navidades), huida del conocimiento y de todo aquel que pueda fuera
de España y una fuerte subida de la prima de riesgo.
No veo salida, ya
sólo me queda lanzar al aire una batería de preguntas, en el caso de que algún
lector tenga respuesta. Y es que, ¿cuánto más van a durar las políticas
monetarias restrictivas, el ahogo del crédito y el avance del descrédito de este
continente? ¿Nadie valora el tiempo que va a llevar reconstruir esta unión
monetaria? ¿Nadie concibe la pérdida de imagen, la huida de posibles nuevos
candidatos de peso e importancia como Reino Unido, países escandinavos y otros?
Europa está en el camino al fracaso, y sólo nos queda la unión de países pobres,
escapados de la ruina de la antigüa Unión Soviética en lo que les parecerá un
paraíso pero que dista de serlo.
El corazón de Europa, su fundación, está
siendo sacudida de igual manera por la crisis, aunque no se refleje en
parámetros económicos de forma tan dramática como en el sur de Europa. En el
corto plazo, Francia estará en situación similar a sus vecinos del sur y
Alemania será igualmente vapuleada.
No comments:
Post a Comment