Como padre primerizo, supongo que guardo en mi cabeza la idea de disfrutar de un futuro deportista en el mundo del esquí.
La verdad, no lo planteo con ambición, ni aspiro a que mi pequeño Marcos compita en la élite ni nada parecido. Sólo deseo, fíjate bien, de todo corazón, que ame este deporte tanto como lo ama su padre, que sienta la pasión por la nieve que yo siempre he sentido desde bien pequeño, y que al contrario que yo, cuente con un padre que le suba con frecuencia a la montaña, de forma que se identifique con ese medio, lo respete y lo eleve a su máximo exponente, en una frase, "que su vida en libertad gire en torno a la nieve, la montaña y el respeto".
Con ese noble objetivo, las pasadas Navidades y después del intento del año pasado (con sólo 1 año y medio de edad y unos pequeños esquís de plástico), y del más cercano en el Puente de la Inmaculada (con 2 años y medio con pequeños esquís de madera), probamos a esquiar con el pequeño en La Mongie.
La foto es de AltiSports, la tienda de alquiler de material donde elegimos su equipación. Al final del día conseguimos bajar la pista verde junto a La Chapelle en La Mongie con él entre mis esquís. No puso ningún pero, lo que entiendo le resultó agradable pasar frío con amatxu y papá.
Desde que disfruto de la nieve con este enano, los momentos son aún más divertidos.
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