Monday 14 March 2011

Euskadi

Ayer regresé desde Bilbao a Madrid, en un viaje tranquilo, disfrutando de los paisajes y escenarios que ofrece el norte de España.

Pasé por sitios que no conozco, o al menos que no sitúo quizá por la costumbre de mis viajes en coche, que no te permiten disfrutar del recorrido tanto como el tren lo hace.

Pueblos como Lezama, recorriendo valles, escalando alguna ladera y rozando caseríos, prados, pequeñas granjas.

Al fondo cumbres nevadas, más cercanos algunos bosques aún vestidos de invierno, sombríos, y debajo de esa línea bosque y prado verde, ya vestido de primavera.

El contraste de colores, tremendo.

Vi chimeneas humeantes, valles envueltos en niebla, niños jugar ante el caserío con un perro, familias sentadas a la puerta. Por contra, el destino Madrid, sucia, contaminada, sobre-explotada y aburrida. Vuelta al bullicio de nuevo, aunque con ganas renovadas y el espítiru limpio después de un fin de semana entre árboles, caseríos y paseos al sol.

4 comments:

Lola Fontecha said...

Ya podías haber colgado alguna fotillo, pero que egoista que eres, toda la belleza para tus ojos nada más. Buenooooo al menos has relatado lo que viste con mucha precisión, algo es algo. Un besito Antonio

Zaloette said...

Jejejejeje buenos días Lola! La verdad es que en este viaje la única cámara que llevaba era la del móvil y es bastante cutrillo... lo siento!!!!!

Después de disfrutar de los paisajes un rato, decidí irme a la cafetería del tren y pedir una cerveza y un bocadillo de tortilla para ver desde los ventanales más grandes toda la belleza.

Estaba junto a otro tipo, y una pareja de alemanes que no dejaban de tomar cerveza y vino, y bolsas de patatas fritas... en un momento dado estuve por decirle al tipo español que tenía a mi izquierda... "joder, pero qué paisaje más acojonante tenemos hoy ante nuestros ojos" pero me pareció fuera de lugar, y lo era no??

Besos Lola!

Antonio

Juanma Billala said...

Pero como te quiero tio!!!!!
Aun se ven caserios echando humo por la chimenea. De hecho, mi casa de tres pisos ubicada en el centro de un pueblo, tuvo chimenea que comunicaba los tres pisos con chapa en cada uno de ellos. Ya sabe...con el tiempo las quitamos y entro el gas en nuestras vidas.
En fin, es lo que hay ????
O lo que nos meten por los ojos???
Un abrazo amigo.

Zaloette said...

Jajajajaja todavía quedan gracias a Dios Juanma!!! Amo esos paisajes por encima de todo, y en el caserío de mi suegro aún se puede jugar con pastores alemanes y niños en la hierba, subir a un monte y sentarte en un banco de madera que mi suegro ha puesto para absorber bellos paisajes y volver limpio a la ciudad.

Un fuerte abrazo Juanma,

Antonio