El sábado intenté esquiar en La Pinilla, pero después del madrugón y de algunas piruetas de patinaje camino de la montaña, me anunciaron en la misma base que no abrirían el acceso debido al fuerte viento que soplaba en la Sierra de Ayllón. La nieve caía con intensidad a primera hora de la mañana, así que me despedí de La Pinilla soñando con un mejor día de nieve el domingo.
De nuevo, madrugué al día siguiente para desayunar y revisar el tiempo. Fuera de casa llovía débilmente y me cuestionaba si era buena idea intentar aprovechar el día esquiando en la montaña.
Desayuné, me vestí sin prisa y emprendí camino de La Pinilla, donde unos pocos amantes de la nieve estábamos dispuestos a disfrutar de nuestro deporte favorito.
Desayuné (e iban 2) en la cafetería, mientras esperaba a la apertura de los accesos y tan pronto abrieron los mismos cogí el telesilla para ascender a la cota 1800.
Aunque en los primeros momentos caía una fina aguanieve que hacía complicado esquiar en las cotas más bajas, el panorama cambió de repente, pasando a nevar copiosamente, lo que me permitió descender en una nieve que iba mejorando de estado en las pistas de El Testero y El Chozo, pues no puedo decir lo mismo de la pista de El Retorno, donde a pesar de la nevada no mejoró la calidad de la base.
A modo de grato resumen, sin lugar a dudas me quedo con los momentos más divertidos, "premios que otorgo” a los descensos de las pistas de El Chozo y El Corzo, pista esta última que estaba sin pisar, lo que facilitó el disfrute de abundante nieve polvo, zigzagueando en esta estrecha pero atractiva pista rodeada a ambos lados por preciosos pinos cubiertos de nieve.
Y de cara al próximo fin de semana, y aunque el mismo parezca distante: aparentemente las temperaturas respetarán el manto blanco, razón por la que mantengo la esperanza de poder continuar disfrutando de la temporada en una de las estaciones que menos nieve está recibiendo este año, a pesar del fantástico invierno de frío que estamos disfrutando.
No comments:
Post a Comment