Creo firmemente, como apuntó Kant, que uno de los mayores logros de la escuela es permanecer sentados. Sin lugar a dudas, lo primero que consiguieron en mi educación fue inculcarme esta nula actividad a la que denomino “estar”, y por lo tanto, es la primera consigna que me he ido pasando por “el forro de los cojones” de forma permanente ante la sorpresa de mis educadores y “líderes”, pues añoro y aprecio de forma desmesurada la libertad absoluta y no he entendido ni entiendo los vínculos y obligaciones destinados invariablemente a anular y extinguir cualquier sentimiento autónomo de existencia.
Quizá por esa razón y tras tantísimo tiempo subyugado sobre una silla, junto a un pupitre o frente a una mesa, me desplazo constantemente, con afortunada frecuencia, recuperando la capacidad de sorpresa que intentaron hacerme perder al nivel sólo disponible en la infancia, renovando mi ilusión y mi capacidad de observación y disfrute.
Y es que, cuando uno estudia en España, se convierte en un energúmeno, porque en este país el pueblo llano es muy bueno, el bachiller empieza a no serlo tanto y el hombre de carrera es un botarate, parafraseando al escritor Josep Pla. No me cabe la menor duda que habría menos parados si la gente estuviera educada en la idea de que en la vida cualquier momento es bueno para volver a empezar, y que deben ser capaces de cambiar de carrera y residencia sin mayor problema, sin tanto estudio y tanta pérdida de tiempo.
Por estas razones, sentí y siento envidia, cuando oigo comentar: “mandó todo a tomar por culo y se marchó sin más”. Aspiro a la huida radical, y pienso que todos lo deseamos alguna vez, pues despreciamos el hogar fijo, en el que se reproduce nuestra vida gris, apagada, en un “perfecto” orden preestablecido y ajeno.
Definitivamente, y gracias a mis viajes y contactos con otras formas de ver y hacer, y nada que mis estudios me hayan aportado, he pasado de ser tímido a todo lo contrario. En muy poco tiempo he aprendido a relacionarme, reconocorme, encontrarme y no tener miedo al mundo.
3 comments:
Me gustó mucho este post y comparto tu admiración por las personas que empiezan de la nada una vida que no parecía posible. Y también entiendo eso de estar "subyugado a una silla", no tenés idea de cuánto...
Muchos saludos!
Gracias por tu comentario Marcela y me alegra enormemente que te agradara esta entrada. Como apuntas, admiro a ese tipo de personas y compartimos sentimiento de silla! Un saludo, Antonio (zaloette)
Hola Zaloette:
Me dedico a la foto, y aparte de compartir imagenes en mi blog, intento venderlas a agencias (entre bodas y comuniones)estas últimas valoran la variedad y el estilo propio, así que voy poniendo y editando.
Gracias por tu interés y visita.
Un saludo,
Serge
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