Friday 12 November 2010

¡Ahí va eso!

Pero hijo, ¿cómo has podido caer en la falacia del pensamiento único, de la infame economía global, de la política deshumanizada? Pensar que estos tipos que conforman la sociedad son en su mayor parte unos idiotas.

¡Joder, la educación por la que siempre luché para ti pensé que te ahorraría algunos de los errores cometidos por mi mismo! Sí, ya sabes, sí, aquello que te repetía machaconamente una y otra vez de “corre, salta, goza y deja atrás al resto de hijos de puta. Sabes que ellos nunca vivirán como tú. Anda, ve por ello”.

Incluso ahora me cuestionas mi gusto por la escritura y me preguntas qué consigo aprender escribiendo. Bueno, te diré que aprendo a estar vivo, el nimio proceso de creatividad que vuelco en estas líneas me concede vida. ¿Te parece nada? He experimentado que si dejo de escribir unos días me lleno de inquietud. Las pequeñas dosis de creatividad que me concedo me ayudan a evitar el efecto del veneno.

Y es que, observo tanta falta de ánimo, de garra, de entusiasmo en las actividades cotidianas. Es tan ridículo el porcentaje de la sociedad que vive por estos conceptos. Mira en ti mismo, y ¿por qué no das a conocer la lista que seguro mantienes en secreto donde recoges todo aquello que consideras bueno en tu vida y lo que entiendes malo? ¿Por qué no sales y la gritas? ¿Por qué insistes en observar la realidad a través de tu televisor? ¿Por qué no dejas de respirar aire acondicionado? Si observaras con detenimiento descubrirías que hay un mundo de ideas abundante, tantas como hojas de otoño caen sobre los valles y quedan ahí, olvidadas, sin que nadie repare en su existencia.

No pierdas el tiempo, sabes que la vida es corta, la desdicha es segura y la muerte cierta. Seguro que por el momento ya viste que la verdad se encuentra en la rapidez. Minimiza la ponderación de tus rumbos, sólo así emprenderás el camino que sinceramente deseas y alimenta tu Musa. Siempre intenté inculcarte hambre de vida, desde niño, y ¿por qué escuchas los consejos de esos que tan orgullosamente llamas amigos? ¿Creen ellos acaso en ti? ¿No piensas que bloquean tu crecimiento como persona a fuerza de ridiculizar tus creencias? ¡No tienes amigos si es así! Sal y busca algunos nuevos. Todos necesitamos a alguien mayor a nuestro lado, no, mejor viejo, alguien que nos diga que estamos en el camino correcto, que no nos diga que estamos locos, y que confirme que lo que estamos haciendo es genial.

No dejes que recién cumplidos tus dieciséis años te aparten de tus amores, de tus innatos gustos, pues así vas dirigido a una madurez gris, aburrida, sin alegría, sin ánimo ni garra. ¿De veras buscas eso?

Siempre he considerado repulsivo mi trabajo; busca una actividad donde la misma sea un todo junto a tu existencia. ¿Me hablas de dinero? ¿Por qué? Cualquier trabajo que mantengas sólo por dinero se convertirá en aburrido.

2 comments:

Lola Fontecha said...

Esta entrada me descoloca, pensaba que era otra carta.... Pero llevas razón, a mi me llaman impulsiva porque lo pienso y lo hago. Mira tengo cuarenta y cinco años, no se cuando llegara la llamada a abandonar mi cuerpo y quiero irme con las maletas llenas de vida vivida. Que me llamen loca, pero que me quiten lo bailao jejejjejeje

Zaloette said...

Lola, no puedo hacer otra cosa que asentir y confirmar tu afirmación. Ya sabes, mi sempiterno sentimiento de pérdida de tiempo y necesidad de llenar el equipaje con vida.

Fíjate, hace unos días, seleccionando fotos para al menos disfrutarlas metiéndolas en un marco y colgándolas en las paredes, me di cuenta de cuánta experiencia, viaje y momento vividos empiezo a guardar en mi mochila. Ojalá pueda continuar acumulando fotografías de experiencias positivas.

Besos. Genial comentario Lola. Antonio (Zaloette)